El estrés del Mundial

Argentina ya está en Semifinales y el estrés se intensifica.
¿Qué nos pasa que respondemos con tanta intensidad? ¿Es sólo un partido de fútbol o en este evento canalizamos muchas épicas nacionales?
Algo de todo esto puede haber, lo cierto es que a las 16 HS se paraliza el país y los corazones laten intensamente anticipando la batalla.
Sin embargo, hay corazones que resisten y otros más vulnerables. El estrés acumulado de los tiempos que vivimos genera una carga que deja poco margen para muchas personas, sobre todo las más grandes. Vivir el partido con pasión y entusiasmo no debe perder de vista que en definitiva no es más que un partido de fútbol. Es real que nos convoca a todos los argentinos, donde se encuentren en el mundo, y que este deporte, como ningún otro, nos une en un sólo sentimiento, es algo importante, pero no justifica poner en riesgo la vida personal.
Algunas sugerencias para estos momentos de tan alta intensidad como las temperaturas de diciembre:
- Procurá estar a tiempo para ver el partido donde puedas, pero si no llegas, no te pongas en riesgo, asumí que perdés unos minutos.
- Preparate para vivir momentos intensos, pero con la conciencia de que nada cambia con el resultado que sea.
- Si sentís ansiedad desmedida en algunos momentos, podés moverte y descargar la emoción.
- Incrementar la tensión exige al metabolismo y puede poner en riesgo órganos en personas con antecedentes o enfermedades.
- Las personas que estén con vos viven sus propias emociones, no pueden también sufrir la tuya.
- El equipo contrario no es un enemigo, es un rival que también quiere vencer.
- Transmite a los niños respeto por el contrincante, no odio ni violencia.
- Los insultos brindan descargas, pero son ofensivos y violentos.
- Podés festejar los aciertos, vas a sentirte bien; pero insultar aumenta el malestar y la violencia interior.
- Es una fiesta, un momento convocante, y nada ni nadie debe arruinarlo.
Disfrutá de la fiesta del fútbol, pero no te olvides que mañana nuestra vida continúa igual, el resultado del mundial no modifica nuestra realidad. Sí brinda alegría, da orgullo y te une al prójimo. Pero lo importante es que todo estos valores continúen después del Mundial, y que ese sentimiento permanezca con nuestros compatriotas, que contribuya a valorar haber de haber nacido en esta bendita tierra llamada Argentina y de este modo cuidarla y hacerla grande como nos merecemos que siga siendo, todos los días, y no sólo cada cuatro años.
Orieta Sferco MP 1945